La necesidad de un cambio de la ajetreada vida de la ciudad a la calma del campo, fue el factor determinante para que esta familia adquiera un chalet, que necesitaba un proyecto de reforma integral.
No solo el estado general de la vivienda lo requería, sino también una redistribución de la misma para albergar nuevas funciones y dar respuesta a las necesidades de la familia, compuesta por matrimonio y 2 hijos, además de los padres del propietario.
El chalet consta de dos plantas, por lo que se destinó la planta baja a una zona social que pudiera ser el núcleo de reuniones y que además diera servicio a la zona de piscina. El proyecto de esta zona, que es por donde se accede a la vivienda, consta de un amplio salón-comedor, cocina, lavadero, gimnasio y área de bricolaje. Se incorporó aquí un sector independiente con salón-comedor, habitación y baño en suite.
En la planta alta, se distribuyen los dormitorios, el principal en suite, así como otra cocina, integrada al salón – comedor, baño y una pequeña terraza, todo ello con el objetivo de que pudiera funcionar como una unidad independiente para la familia.
Las áreas exteriores se proyectaron en función de la gran piscina, distribuyendo a su alrededor áreas de descanso al sol y a la sombra, zonas arboladas y un sector con barbacoa en conexión directa con el salón de la planta baja.